Trazando mi camino: 24 años de pasión y crecimiento
Kattia González, sinónimo de excelencia
Con profundo sentimiento de orgullo y amor por mi trabajo, recuerdo el día que comencé mi trayectoria en esta organización. Era un 6 de septiembre, un día especial, cercano a mi cumpleaños, y llegué con el corazón rebosante de ilusión. En ese momento, mis hijos eran pequeños, y necesitaba encontrar una fuente de ingresos después de haber pasado por un doloroso divorcio. La organización no me era desconocida, ya que había trabajado en una empresa cercana que era cliente de la misma. Así que, tenía cierta familiaridad con la operación de la organización.
Mi primer puesto fue en el servicio al cliente, específicamente en facturación. A pesar de que venía de un trasfondo en artes gráficas, este era un mundo completamente diferente, ya que ahora me enfocaba en los insumos y no en la producción. Fue un desafío emocionante y enriquecedor.
Con el tiempo, fui creciendo junto con la organización, al igual que mis hijos, quienes eran muy pequeños cuando empecé aquí. He tenido la oportunidad de desempeñar diversos roles y participar en varios procesos de la organización. Puedo afirmar con seguridad que, hasta el día de hoy, tengo un conocimiento profundo y significativo de la operación de la organización. Mi crecimiento ha sido constante a lo largo de estos años, y me siento inmensamente agradecida y orgullosa de ser parte de SOMMERUS.
Puedo resumir mi experiencia en una frase simple pero poderosa: “Amo mi trabajo”. Cada día que paso aquí, siento un profundo cariño por la organización y una conexión especial con mis colegas. He tenido el privilegio de presenciar el paso de diversas generaciones en nuestra organización, como el presidente Sr. Thomas en sus inicios, cuando apenas era un joven, y su padre, de quienes he aprendido mucho en este camino.
Hoy, después de 24 años de servicio, me siento feliz y agradecida. He experimentado un crecimiento notable tanto en mi carrera profesional como en mi desarrollo personal. Mi amor por las artes gráficas y mi dedicación a mi trabajo en la empresa no han disminuido en absoluto. Siempre agradezco la visión audaz que hace 50 años permitió establecer esta organización en Costa Rica. Ha sido un motor para muchas familias, incluida la mía, que han encontrado en SOMMERUS una fuente de sustento y prosperidad.
Con una sonrisa, comparto que mi amor por la organización es tan profundo que incluso he considerado la idea de hacerme un tatuaje que conmemore mis 24 años de labor. Es un gesto que reflejaría la pasión y el compromiso que siento por este lugar.
Como consejo, me gustaría compartir que debemos esforzarnos por hacer cada día mejor cualquier tarea que se nos presente en nuestro trabajo diario. Cada desafío es una oportunidad de crecimiento profesional y personal. Además, al hacerlo, inspiramos a nuestro equipo a sentir lo mismo y a abrazar su trabajo con dedicación y pasión. No hay nada más gratificante que venir a trabajar y no preocuparse por el tiempo, porque el trabajo se convierte en un segundo hogar que amamos y cuidamos para lograr un crecimiento continuo.
Cierro mis pensamientos con un sincero agradecimiento. Este trabajo me ha brindado un profundo amor por las artes gráficas, que ahora forman parte de mi ADN. Cuando miro las máquinas, siento un regocijo en mi corazón. Amo mi profesión profundamente. Como equipo, hemos experimentado un gran crecimiento, y espero que muchas generaciones más pasen por esta organización en los próximos 50 años, marcando el inicio de algo aún más grande. Veo un futuro brillante y prometedor, y estamos firmes y decididos a avanzar, siendo más fuertes no solo como empresa, sino también como equipo de trabajo. Mantenemos nuestra mirada fija en el horizonte y en el futuro que nos aguarda en el mercado.